"Todos fuimos hechos
para mejorar con los años".
Gracias a la madurez aprendemos a usar nuestra mente y conocemos nuestra sensibilidad, aunque la madurez siempre tenga una connotación un poco triste. Nos trae a la mente la imagen de adultos que actúan con sensibilidad, pero ya no tienen alegría. La maduración es, de hecho, el maravilloso proceso natural por el cual desarrollamos inteligencia, capacidad de razonamiento, apertura mental.