"Nunca tenga miedo de desviarse de la norma".
Para la resolución de problemas se pueden usar dos tipos de pensamiento. El convergente busca la respuesta correcta y única. El divergente, al contrario, busca muchas respuestas y posibilidades. Ambos tipos de razonamiento tienen su justificación. El convergente es importante si estamos siguiendo instrucciones específicas, por ejemplo, como poner en marcha un automóvil o usar un artefacto eléctrico. De todos modos, la mayoría de los problemas humanos son demasiado complejos como para emplear el pensamiento convergente. El pensamiento divergente nos envía en cualquier dirección que deseemos y nos permite regresar con renovadas preguntas a nuestras demandas.
