lunes, 2 de enero de 2017

EL SILENCIO DESPUÉS

"Siéntete realizado y vuelve a casa
al silencio después...
El silencio que vive en la hierba
en el interior de cada grano
en el espacio azul
entre las piedras".
Rolf Jacobsen: "El silencio después".

¿Qué familiaridad tenemos con el verdadero silencio? El "silencio después" que describe el poeta noruego, Rolf Jacobsen, es quizá una metáfora del silencio del alma unida por fin a Dios en la más profunda contemplación. Fabricar en nuestras vidas espacios de quietud, nos da la posibilidad de ir más allá de las demandas y limitaciones de nuestro ser físico y mental, y reconectarnos con el centro divino. 
Siempre podemos encontrar unos pocos momentos del día para estar callados y en reposo, para aquietar nuestras mentes y escuchar el susurro de las hojas, el gorjeo de los pájaros y el silvido del viento.
Si queremos, podemos llegar todavía más hondo, hasta el silencio posterior, la misteriosa quietud en el centro de nuestro ser que se regocija en el sonido inaudible de ese latido del corazón universal que resuena en los profundo de cada uno de nosotros.
Encuentre la alegría del silencio. Crezca en la quietud y esté siempre expectante de los sonidos que lo rodean. Escuche su respiración; compruebe si puede escuchar los latidos de su corazón. Ahora trate de pasar a una mayor quietud. Conviértase usted mismo en su respiración y en los latidos de su corazón.
REFLEXIÓN
En el silencio después percibo la gloria de la divina perfección.

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