viernes, 13 de mayo de 2016

LA PRÁCTICA

“Dime, y lo olvidaré. Muéstrame, tal vez lo recuerde. Pero inclúyeme, y entonces comprenderé”.

Todo lo que valga la pena hacer, vale la pena que lo practiquemos. Si le gusta hacer lo que está haciendo, querrá darse tiempo para practicarlo. La práctica es muy útil para explotar nuevas formas de hacer las cosas.
 
Si usted está practicando, eso significa que se da la oportunidad de darle vueltas a una cosa hasta que la haga bien. Aprendemos mejor cuando nos comprometemos en algo, cuando lo conocemos por dentro y por fuera. Cuando practicamos nuestro arte, nos sentimos más cómodos con nuestro talento y ponemos más energía en hacer que en pensar cómo hacerlo. La práctica nos permite ser uno con el Divino y comprometernos con la vida.
Una práctica espiritual es algo que incorporamos a nuestras vidas de manera natural para poder vivir conscientes de lo Divino. Cuando elegimos aprender algo, no podemos esperar saberlo todo de un día para otro. Cuando decidimos usar nuestro libre albedrío en favor de la bienaventuranza del Divino, no podemos esperar un cambio súbito. Hacer las cosas bien demanda mucho esfuerzo, y cuanto más practiquemos, más suave y natural será vivir una buena vida.
REFLEXIÓN
Practicaré comprometerme con la vida, el amor y la risa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario